La recolección de las aceitunas para su transformación en aceite o su aliño comienza en otoño y suele extenderse hasta finales de febrero. Posteriormente, por exceso de maduración, pueden llegar a picarse, lo que disminuye la calidad del aceite considerablemente. Para las aceitunas de mesa, este proceso comienza antes de madurar, en noviembre.
Hoy queremos hablaros sobre este proceso de recogida de la aceituna y de las diferentes técnicas que existen:
Recolección de las aceitunas técnica Ordeño
Es el utilizado para la recolección de las aceitunas de mesa y el que en Aceitunas Escamilla llevamos 60 años utilizando. La aceituna se recoge a mano o con rastrillos adecuados para tal fin. Tiene como principal ventaja la calidad de la aceituna, que no se daña y llega en perfecto estado para ser clasificada.
Vareo
Esta técnica de recolección de aceitunas, consiste en sacudir las ramas del árbol con una vara de madera o fibra de hasta 4 metros de longitud, con el fin de hacer caer las aceitunas sobre unos mantos de plástico que se extienden debajo del olivo. Es el más utilizado, por su productividad, aunque resulta algo lesivo para el olivo.
Recolección de las aceitunas con la técnica de Vibración
Se realiza con máquinas vibradoras, que abrazan el tronco o las ramas del olivo y las sacuden, lo que hace caer a las aceitunas al suelo, a un manto o a un paraguas recolector.
Recogida del suelo
Tras caer las aceitunas directamente al suelo, por vareo, vibración o maduración, son recogidas mediante máquinas barredoras, aspiradoras y sopladoras. Este procedimiento tiene muchas desventajas, ya que el fruto se estropea y se ensucia con el polvo o barro, lo que reduce la calidad del aceite. Este proceso de recolección de las aceitunas es muy importante y decisivo para la calidad y el estado del fruto a la hora de aliñarlo y envasarlo para la venta a particulares y para el sector de la hostelería.